martes, 8 de abril de 2014

El secuestro más largo de la historia: la perversidad de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP)



Por Ernesto Vera Mellado

   En estos días se celebra en Barbados una reunión de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), donde también sesiona un Foro Alternativo de Comunicadores con representantes de los medios  comunitarios opuestos a los grandes medios.
   Aunque en este encuentro se denuncia el papel negativo de la SIP, no parece que se conozca bien toda la perversidad contenida en su historia. Se dice, por ejemplo, que la SIP es una organización de los grandes medios y que defiende sus intereses, además de que fue fundada en 1950.
   La verdadera historia es la siguiente: La SIP fue fundada en La Habana en 1943 con un voto por cada país, independientemente de la cantidad de órganos afiliados. De esa manera fue posible que también se afiliaran algunos órganos progresistas y revolucionarios. Durante siete años se hicieron sentir esas voces que, aunque minoritarias,  impedían los propósitos de los medios dominantes.

   En esas condiciones se celebró la conferencia en Estados Unidos, donde fueron modificados los Estatutos, dándole un voto a cada medio afiliado, en lugar de uno por país. Fue así como la nación sede pasó a tener 424 votos. Para ello hubo una maniobra combinada del Departamento de Estado y la Agencia Central de Inteligencia (CIA).
   Tom Wallace,  Joshua Powers  y Jules Dubois fueron los que dirigieron, en nombre de ambas instituciones, lo que fue el secuestro de la SIP. Por supuesto, impidieron la presencia de los pocos medios afiliados. En el caso de Cuba, que era Carlos Rafael Rodríguez, no lo dejaron entrar en Nueva York y lo enviaron a la prisión de inmigración de Ellis Island, hasta que fue devuelto a nuestro país, aunque se trataba del tesorero de la Organización.
   De esa manera el gobierno de Estados Unidos se hizo dueño exclusivo de la llamada libertad de prensa y lo manifiesta a través de la SIP.
   Es decir, que se trata no solo de que la SIP es representativa de los grandes medios y no de los periodistas, sino que esos intereses están asociados al poder imperial y oligárquico. Decir SIP es mencionar al poder mediático, al terrorismo en esta esfera que se une al terrorismo de Estado imperial. Es la mentira organizada, el secuestro de la libertad de prensa, que es un derecho alcanzado por los países libres e independientes, y que es usurpado por el dinero.
   Si hay algo que define el carácter injusto, que convierte la libertad en terror, es que la única profesión en los países capitalistas que tiene prohibido ejercer su labor con ética es el periodismo.
   La SIP es el secuestro más largo de la historia.

Tomado del sitio digital del periódico Granma

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